lunes, 26 de marzo de 2012

frase.

Cuando alguien escucha las enseñanzas de Dios, sin la mente; se ilumina.
Si alguien escucha esas  enseñanzas a través de la mente, lo único que encuentra son sus propias explicaciones, o sea; confusión y ansiedad.

Los Cinco Elementos y la Coca Cola.


Los Cinco Elementos y la Coca Cola.
Dentro de la tendencia a aplicar el feng shui a cuanta cosa se ponga a tiro, algunos autores han intentado interpretar el diseño de logos y emblemas desde la Teoría de los Cinco Elementos (Wu Hsing). Así, las combinaciones de formas y colores se analizan de acuerdo con esta teoría, suponiendo que, si resultan armónicas, el logo acarreará buena fortuna a la empresa que representa. Los resultados de esta propuesta han sido bastante contradictorios: encontramos con frecuencia logos "armónicos" de marcas que fracasan y logos "poco auspiciosos" de marcas enormemente exitosas. Un ejemplo de esto último es el logo de Coca Cola, cuya combinación de colores (rojo y blanco) corresponde a dos elementos (Fuego y Metal) que se relacionan destructivamente entre sí y que necesitarían de la presencia de Tierra (color amarillo) para armonizarse. Sin embargo, recientemente ha ocurrido un cambio que habla en favor de los Cinco Elementos. Después de muchos años, Coca Cola renovó su logo y se decidió agregarle una banda de color amarillo sobre el tradicional diseño de letras blancas con fondo rojo. Seguramente quienes decidieron el cambio se basaron en encuestas y otros estudios por el estilo, pero, curiosamente, el color amarillo hubiese sido el más recomendable desde la Teoría de los Cinco Elementos, ya que, como mencionamos, la Tierra es el elemento armonizador entre el Fuego y el Metal. Si el cambio realizado resulta beneficioso para las ventas de la gaseosa podremos afirmar, después de todo, que los Cinco Elementos también pueden aplicarse al diseño de logos. Cabe preguntarnos ahora: ¿cómo modificaríamos el logo de Pepsi Cola (que también combina dos elementos desarmónicos) de acuerdo con la Teoría del Wu Hsing?



No nos han enseñado a vivir con éxito


No nos han enseñado a vivir con éxito

Veo a las personas, como ya lo sabiéndolo todo y lo único que están haciendo es recordar o reconocer lo que ya está presente. La educación provee una forma en la cual se pueden ubicar esas cosas que se recuerdan o reconocen. Esa forma se determina mediante lo que se puede trabajar, de acuerdo con el ambiente en que está y de acuerdo con la capacidad o talento individual, así como sus preferencias.
Pienso que la mayor pérdida de algunas de nuestras formas tradicionales de educación, es que no hemos enseñado a las personas cómo vivir con éxito en un ambiente social. Gran parte de mi trabajo ha sido mostrarles a las personas que nadie pierde. No puedes perder, de forma tal que no es necesario adaptarse a la forma falsa del fracaso y la carencia.  No existe un verdadero fracaso. El fracaso solamente se puede definir como un error de enfoque.
Entonces, el proceso educativo es permanecer con la gente hasta que recuerden completamente. En ese momento, se puede desear que también hayan aprendido la forma y desarrollado la capacidad de proveer la estructura en la cual verter la sabiduría interna.
- John-Roger

domingo, 25 de marzo de 2012

DEJAR IR


DEJAR IR
"Dejar ir" no significa dejar de cuidar, significa que no puedo hacerlo por otra persona.
"Dejar ir" no es aislarme, es darse cuenta que no puedo controlar a otro.
"Dejar ir" no es permitir, sino reconocer el aprendizaje de las consecuencias naturales.
"Dejar ir" es admitir la impotencia, que significa que el resultado no esta en mis manos.
"Dejar ir" no es tratar de cambiar o culpar a otro, es sacar lo máximo de mi mismo.
"Dejar ir" no es cuidar, sino atender.
"Dejar ir" no es reparar, sino ser de apoyo.
"Dejar ir" no es juzgar, sino permitirle a otro que sea un ser humano.
"Dejar ir" no es estar en el medio arreglando todos los resultados, sino permitir a otros que influyan en sus propios destinos.
"Dejar ir" no es ser protector, es permitir a otro que enfrente la realidad.
"Dejar ir" no es negar, sino aceptar.
"Dejar ir" no es regañar, reprender o discutir, sino buscar mis propios defectos y corregirlos.
"Dejar ir" no es ajustar todo a mis deseos, sino tomar cada día como viene y apreciarme a mi mismo en el.
"Dejar ir" no es lamentar el pasado, sino crecer y vivir para el futuro.
"Dejar ir" es temer menos y Amar mas.
Louise  L. Hay

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