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martes, 6 de noviembre de 2012

QI


Qì Sinograma "qì" en escritura de bronce Nombre chino Chino tradicional 氣 Chino simplificado 气 Nombre japonés Hiragana き Kyūjitai 氣 Shinjitai 気 Nombre coreano Hangul 기 Hanja 氣 Nombre tailandés Tailandés ชี่ RTGS Chi Nombre vietnamita Quốc ngữ khí En la cultura china tradicional el qì (chino simplificado: 气, chino tradicional: 氣, pinyin: qì, literalmente «aire, aliento, disposición de ánimo», pronunciado "chi" [tɕʰi˥˩] en mandarín estándar) es un principio activo que forma parte de todo ser vivo y que se podría traducir como "flujo vital de energía". El término está extendido también en otros países de Extremo Oriente como Corea u otros. Es similar a conceptos occidentales como energía, magnetismo animal, élan vital o energía vital (vitalismo). De acuerdo a la medicina tradicional china, el qì es una energía que fluye continuamente por la Naturaleza, y la interrupción de su libre flujo en el cuerpo es la base de los trastornos físicos y psicológicos.1 Los practicantes de ciertas disciplinas afirman que el ser humano puede controlar y utilizar esta energía, a través de diversas técnicas, acrecentándola, acumulándola y distribuyéndola por todo el cuerpo o usarla en forma concentrada, como en el Tàijíquán,el Daitō-ryū aiki-jutsu, el Aikidō y otras artes marciales. Otros afirman poder curar cierto número de enfermedades y otros efectos liberando el libre flujo del Qì por el cuerpo humano. Éste es el caso de medicinas alternativas como el magnetismo curativo, reiki, la acupuntura la digitopuntura y de algunas disciplinas como el qìgōng. La ciencia no admite el concepto de qì como un fenómeno real desde el momento que no resulta medible con ningún dispositivo y sus efectos pueden ser explicados como sugestión. La controversia en torno al qì está relacionada con la explicación de su operatividad como resultado de la intervención del qì como un fluido inmaterial (energía). Algunos maestros de qìgōng proclaman que pueden detectar y manipular de forma directa el qì e incluso operar con el mismo a distancia. Hay una corriente que incluye a algunos maestros de qìgōng tradicionales, que considera que el qì puede ser visto como un proceso biológico y su efectividad puede ser explicada en términos familiares para la medicina occidental. Sin embargo, ningún estudio ha demostrado la existencia de esta energía. Fuente: Energía vital

 © 2003 Malú Grajales Todos los Derechos Reservados Feng Shui Tradicional México

lunes, 30 de julio de 2012

El amor divino bendice y multiplica todo lo que tengo


LIMPIEZA estación
Una de las tareas que personalmente me gustan los cambios de estación  es la limpieza de la casa y sus muchos rincones, armarios y ropa.
Pudiera parecer un castigo pero creo que se convierte en una delicia cuando tras la marabunta de trastos sacados de los rincones, llega el momento de plantearnos qué sirve y qué no.
Hay demasiadas cosas que tenemos guardadas “por si acaso…”; demasiadas que están esperando misiones que nunca llegarán; demasiadas en el olvido por tanto y tanto tiempo…demasiadas que nunca servirán más a nuestros deseos o necesidades. Sin embrago, las guardamos con celo como si desprendernos de ellas significara irnos a la basura detrás.
Hay que dejar sitio a lo nuevo, abrir espacios, allanar caminos, dejar libres los estantes y desocupar cajones.
Debemos comenzar por valorar lo que de verdad tiene un significado importante por su valor intrínseco o por la valía que tenga en nuestra vida. Seleccionar lo que siga sirviendo para arropar, apoyar o proteger y deshacernos de lo que ya cumplió su misión y puede seguir cumpliéndola para otros.
Me imagino que algo semejante deberíamos hacer con nuestra alma. Desocuparla un poco. Está demasiado oprimida entre tantas angustias, empequeñecida por los sinsabores, abrumadas con los temores y sobrecargada con los miedos puestos en el futuro que tal vez nunca llegarán a cumplirse.
Deberíamos hacer limpieza. Empezar por aquello reciente, lo más cercano y cotidiano, lo que manejamos a diario y nos sirve para seguir o nos retrasa la marcha. En ello, posiblemente, esté la clave de lo que está yendo mal. Tal vez, nos acompañen personas, objetos, melodía, letras…que lejos de darnos la mano y ayudarnos a subir, estén mirándonos sin decir nada y además, nos exijan.
Cambiemos hasta el gel del baño. ¡Olámonos diferente! …puede ser un buen comienzo. No olvidemos que hay una parte instintiva en cada uno, que siempre nos empeñamos en ocultar y sin embargo actúa sin remedio de forma atávica.
Concedamos a los sentidos la importancia que tienen. Los tenemos relegados cuando focalizamos las tristezas y las angustias en un solo punto. Parece que ellas estén ligadas al corazón o a esa alma indeterminada que cabe en todos los sitios sin definirse en ninguno. Pero lo cierto es que la depresión también es física y mucho más aún química. Por eso, hay que hacer limpieza de toda clase de ácaros, polvos malignos y virus incrustados en cada poro…y hay que renovar el limpio olor al fresco aroma interior recién estrenado.
Posiblemente sea lo mejor que podamos hacer en el verano porque luego cualquier movimiento que hagamos nos devolverá una exquisita fragancia a deseos imperiosos de abrazar lo que venga.

Tomado de la Red: FSTM

lunes, 26 de marzo de 2012

frase.

Cuando alguien escucha las enseñanzas de Dios, sin la mente; se ilumina.
Si alguien escucha esas  enseñanzas a través de la mente, lo único que encuentra son sus propias explicaciones, o sea; confusión y ansiedad.

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