Recuerda…
“Que siempre existen tres
enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la Verdad.
Que es más fácil reaccionar que
pensar.
Que no importan nuestras
circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.
Que no podemos forzar a una
persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de
los demás.
Que requiere años desarrollar
la confianza y un segundo destruirla.
Que las personas honestas
tienen más éxito al paso del tiempo.
Que todos somos responsables de
nuestros actos.
Que existen personas que me
quieren mucho, pero no saben expresarlo.
Que la madurez tiene que ver
más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos
cumplido.
Que hay dos días de la semana
por los que no debemos de preocuparnos: “ayer y mañana”. El único momento
valioso es “ahora”.
Que aunque quiera mucho a la
gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
Que no debemos competir contra
lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí.
Que puedo hacer algo por
impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
Que la pasión de un sentimiento
desaparece rápidamente.
Que si no controlo mi actitud,
mi actitud me controlará a mí.
Que es más importante que me
perdone a mí mismo a que otros me perdonen.
Que no importa si mi corazón
está herido, el mundo sigue girando.
Que la violencia atrae más
violencia.
Que decir una verdad a medias
es peor que una mentira.
Que las personas que critican a
los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.
Que es difícil ser positivo
cuando estoy cansado.
Que hay mucha diferencia entre
la perfección y la excelencia.
Que para ser exitosos no
tenemos que hacer cosas extraordinarias; mejor hagamos cosas ordinarias,
extraordinariamente bien.”
· Poema atribuido a Mahatma Gandhi