jueves, 15 de noviembre de 2012

Formación en reconocimiento de microexpresiones

Formación en reconocimiento de microexpresiones En esta ocasión les presentamos un artículo que, una vez más, trata sobre las microexpresiones, esas manifestaciones fugaces de emociones que tratamos de ocultar. Carolyn M. Hurley realizó un estudio en la Universidad de Buffalo en E.E.U.U a través del cual quería demostrar la efectividad de formarse en la detección de microexpresiones. La capacidad para detectar microexpresiones es una habilidad importante para captar el verdadero estado emocional de una persona, sin embargo, estas breves expresiones son a menudo muy difíciles de captar. Este es el primer estudio que examina el efecto que tiene el entrenamiento, la exposición, la motivación y el refuerzo en la detección de microexpresiones. Se llevó a cabo un diseño de estudio con tres grupos de control, en el que se capacitó a 306 participantes en la detección de microexpresiones y luego se les evaluó a las 3 semanas y posteriormente a las 6 semanas. Esta formación mejoró el reconocimiento de microexpresiones pero se consiguió un éxito mucho más determinante cuando un instructor experto se encargó de la formación y empleó diferentes técnicas tales como la descripción, la práctica y la retroalimentación. La autora recomienda a partir de este estudio la formación en la captación de microexpresiones, puesto que se pueden utilizar en áreas tan diversas como la sanidad, los negocios, la seguridad y en contextos interculturales. Si reflejáramos y expresáramos nuestras emociones cada vez que sentimos una, cada uno de nosotros sería un experto en percibir los sentimientos del otro. Sin embargo, las presiones que tenemos para ocultar o enmascarar los verdaderos sentimientos desembocan en manifestaciones emocionales muy breves o fragmentadas (llamadas microexpresiones momentáneas, Haggard e Isaacs, 1966; o microexpresiones, Ekman y Friesen, 1969). La vida cotidiana nos somete a muchas presiones para ocultar o enmascarar las propias emociones, como consecuencia de la cultura, el contexto, las reglas de cortesía, etc. (Ekman 1972). Aumentar nuestra capacidad para percibir e interpretar estas rápidas expresiones mejoraría nuestra habilidad en interacciones sociales porque nos permitiría comprender mejor el verdadero estado de ánimo de las personas. La capacidad de “interpretar” a los demás es ventajosa para todo el mundo sin duda, pero en particular para los médicos y los agentes de seguridad a quienes esta capacidad puede ayudarles a juzgar más acertadamente las intenciones sospechosas de los demás. Es importante identificar métodos efectivos de formación, especialmente en situaciones críticas en las que una mayor comprensión de las emociones puede mejorar sustancialmente la seguridad ciudadana y la calidad de vida. Las emociones son respuestas automáticas que se desencadenan en una fracción de segundo por estímulos del medio ambiente que alteran nuestra atención y generan respuestas biológicas, preparándonos para reaccionar. Las emociones son complejas e implican una serie de respuestas que afectan al tono muscular, la voz y actividad del sistema nervioso autónomo (Levenson 1994). Además de señales internas, las emociones también provocan señales externas tales como las expresiones faciales que proporcionan pistas de estos cambios internos. Este estudio fue uno de los primeros en evaluar el uso de METT (Micro Expresion Training Tool), un programa de formación en microexpresiones que actualmente se utiliza en contextos sanitarios y de seguridad. Los hallazgos encontrados en esta investigación validan el uso de esta herramienta para mejorar la capacidad de detectar microexpresiones emocionales, sugieren que la formación persiste a las 6 semanas y aún más, proporcionan la mejor manera de implementar la formación. Sin embargo, se necesita seguir investigando para demostrar de manera concluyente su utilidad en la gran diversidad de situaciones que se dan en la vida diaria.

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