La energía en el trabajo
“Felicidad
en el trabajo”
“Administre
su energía, no su tiempo” es la propuesta publicada en Harvard Business Review
realizada por Tony Schwartz, presidente y fundador de Energy Project. Es
habitual encontrar en las empresas personas exhaustas por trabajar largas
jornadas que no les permiten tener tiempo ni para ellos mismos ni para dedicar
a sus familias. Interesante planteamiento, mientras que el tiempo se entiende
como un recurso finito, nuestra propia energía no lo es.
Según
Schwartz la mayoría de las grandes empresas invierten en el desarrollo de sus
empleados en términos de conocimientos y competencias, pero muy pocos se
interesan por el desarrollo de sus capacidades, de su energía, dando por
sentado que saben gestionarla. Sin embargo, es la inversión en el desarrollo de
las personas, a través de técnicas o herramientas que incluso puedan
beneficiarles en su vida privada, la que mejores resultados aporta en términos
de motivación y efectividad.
Trabajando
con líderes de grandes empresas como Ernst & Young, Sony, Deutsche Bank,
Nokia, ING Direct, Ford o Mastercard, entre otras, los resultados han sido
realmente positivos:
68% ha mejorado en la relación con los
clientes
71% ha mejorado en productividad y
eficiencia
Podemos
hablar de cuatro energías principales en los humanos: intelectual, emocional,
espiritual (aunque me gusta más el concepto de Jodorowsky, creativo-sexual) y
material (atañe al cuerpo). Creo que la energía espiritual es una consecuencia
del equilibrio y uso de las cuatro anteriores. En otra ocasión hablaré de mi
experiencia y visión, hoy me centraré en las propuestas de este estudio:
Corporal,
Es necesaria
la incorporación de hábitos más saludables en cuestiones de alimentación,
ejercicio y horas de sueño
Emocional,
Es
importante mantener un estado de ánimo positivo, dado que esto no es posible
por largos periodos de tiempo, podemos hacer un paréntesis en nuestra
actividad, cuando notemos que nuestro ánimo empieza a decaer. El objetivo es
restablecer emociones positivas lo que se puede conseguir, por ejemplo,
expresando nuestro aprecio a alguien, o a su labor.
Intelectual,
Uno de los
grandes desafíos a los que nos enfrentamos todos los trabajadores es la
posibilidad de no ser interrumpidos en nuestra concentración. La tecnología nos
ha aportado muchas ventajas pero algún que otro inconveniente en este sentido.
Revisar nuestros hábitos en cuanto a la atención del correo electrónico o
contestación del móvil, puede permitirnos trabajar más eficazmente y en menos
tiempo.
Espiritual,
Cuando somos
capaces de hacer aquello que mejor se nos da y divertirnos en el trabajo,
organizar nuestro tiempo y dedicación a las diferentes áreas de nuestra vida
(trabajo, familia, deportes, amigos …) de la manera que nos agrade,
desarrollamos nuestra energía espiritual. No existe mayor herramienta de auto
motivación que lograr que nuestro sentido último, aquello que realmente
anhelamos, case con nuestra actividad.
Propuestas
interesantes que podemos intensificar o apoyar a través de la práctica de Feng
Shui, para que nuestros espacios laborales nos sirvan de herramienta de
motivación e inspiración.
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