La ortiga es una planta medicinal que pertenece a la
familia de las Urticáceas. Existen alrededor de 30 especies
de ortiga y todas se caracterizan por tener pelos urticantes,
con formas de pequeñitas ampollas, que al tocarlos producen en la piel
inflamación, picazón y ronchas.
Esta planta contiene
muchas sales minerales (hierro, calcio, sílice, azufre, potasio, manganeso) y
vitaminas muy beneficiosas, inclusive a personas que deben comer sin sal.
Las ortigas son ricas en vitamina A y C, hierro, ácido salicílico y
proteínas.
La ortiga posee propiedades
diuréticas, depurativas, antihemorrágicas y antidiabéticas. También se usa en
enfermedades de la piel, en la leucorrea, pectoral, en la urticaria, en la
ciática y como antirreumática, para la artritis, hemostática, entre otras.
Se ha
demostrado que la ortiga posee efectos antiinflamatorios,
diuréticos y antialérgicos. Debido a estas propiedades es un remedio
muy popular para la artritis, la retención de fluidos, la gota y la fiebre del
heno.
La ortiga es
una fuente muy rica de oligoelementos y es particularmente rica en silicio, que
la hace muy útil como complemento para la salud del pelo, piel y uñas.
Asimismo,
es buena contra los problemas de próstata, ya que cuenta con b-sitosterol.
También sirve para aliviar las afecciones de la piel, para ello se recomienda
machacar bien la planta fresca y pasarla por un paño para extraer el jugo.
Beber una cucharada dos o tres veces al día durante varias semanas. También se
puede aplicar directamente en la piel para calmar irritaciones alérgicas.
El té
de ortiga es también excelente para calmar la sed y es rico en
vitaminas y minerales. Elimina desechos y toxinas de la sangre y el cuerpo.
Estas propiedades estimulantes y desintoxicantes se combinan para
producir un cutis limpio y terso.